Errores al conducir
Frenadas y aceleraciones bruscas: cuando un conductor cambia de marcha sin sincronizar correctamente la velocidad del motor, la transmisión sufre un impacto innecesario. Esto desgasta los engranajes y el embrague más rápido.
Sobrecargar el camión: exceder el peso máximo recomendado pone más presión sobre la transmisión, lo que provoca sobrecalentamiento y desgaste prematuro.
No usar el tipo correcto de transmisión para la operación: mientras que en rutas largas la transmisión automática puede optimizar el consumo de combustible, en terrenos exigentes una transmisión manual puede ofrecer mayor control y durabilidad.
Uso de repuestos de baja calidad y su impacto en la transmisión
Filtros y aceites de transmisión de baja calidad: un aceite incorrecto o contaminado puede causar fricción excesiva y fallos prematuros.
Clutches de baja durabilidad: un clutch genérico puede desgastarse antes de lo esperado, provocando resbalamiento en la transmisión.
Cables y sensores defectuosos:
piezas mal calibradas pueden afectar la sincronización de los cambios, dañando los engranajes de la transmisión.
Falta de mantenimiento preventivo: el error más costoso
Muchos transportistas solo revisan la transmisión cuando ya hay una falla evidente, pero el mantenimiento preventivo puede evitar reparaciones innecesarias y extender su vida útil.
Acciones clave para prevenir fallas prematuras:
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Revisar y cambiar el aceite de transmisión según las especificaciones del fabricante.
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Evitar fugas de líquido y reparar sellos desgastados.
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Inspeccionar el embrague y los sincronizadores en cada mantenimiento.
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No ignorar los primeros síntomas como vibraciones o cambios bruscos de marcha.
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